miércoles, 1 de abril de 2009

El chico de la ventana

Todo sigue exactamente igual. Bueno todo no, hay cosas que cambian, o es que la vida sigue su curso, no lo sé. Dicen que cada problema es una ocasión disfrazada, ¿puedo permitirme verlo así? Supongo, y si lo es. ¿Dónde? ¿Una oportunidad para qué?¿Cuándo? Son muchas preguntas sin respuestas, preguntas retoricas diría un poeta, ¿pero quién lo es hoy en día?

Llevo toda la tarde transfundiéndome sangre, todo la santa tarde y como no tengo plaquetas sangrando por un pinchazo, otro que me han hecho, ¿cómo no? Si no me funciona bien el catéter del pecho.

La nueva habitación tiene ventanas, dos. Se llevan todo el día semicerradas para que no nos muramos de calor, aun así la dejamos abierta por la mañana, y se ve un cielo tan azul, tan bonito. Cielo azul de sueños primaverales incumplidos por este maldito calvario equiparable al de Jesucristo, disculpen la blasfemia los cristianos. ¿Ha estado alguien de ustedes alguna vez una cárcel? Pues esto no es muy diferente, ahora me remito a mi estado, no a la habitación.

La ventana, my única vía de escape hacía el exterior, hacía los potos del hospital (pasillo con arbolitos).Me gusta ponerme a mirar al cielo y pensar en el pasado y en lo que voy y estoy perdiendo, ¿pero que le vamos a hacer? Solo me queda esperar que suban mis defensas. A día de hoy, un milagro.

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